Durante la segunda fase del proyecto se seleccionaron, del grupo de 60 personas adiestradas, las que poseían más aptitud para impartir el módulio. La aptitud de los participantes fue evaluada por los facilitadores durante el desarrol o de las sesiones y se tomó en cuenta, entro otros, aspectos relacionados con la responsabilidad, el carisma, la expresión oral, la asimilación del tema y las reflexiones durante las sesiones.
En promedio, se seleccionaron 2 personas por cada grupo, es decir, 12 en total. Esta vez, el grupo de facilitadores tenía ya miembros de todas las minorías y ningún grupo sería entrenado por alguien ajeno a su cultura.
Pronto se vio la necesidad de adiestrar a estos facilitadores nuevamente, durante un mes, en aspectos de Sida (sexo más seguro), facilitación (teoría y práctica) y en el módulo que desarrol arían (teoría y práctica). Esto para mejorar más la tarea de la segunda fase y lograr los máximos beneficios. La labor fue desarrol ada durante los meses de enero y febrero de 1992 y como parte del trabajo a realizar, cada nuevo facilitador debería formar su propio grupo de trabajo, o sea, buscar a sus participantes.